La base de este proyecto era mantener la esencia de casa de pueblo utilizando una mezcla de estilos entre lo rústico y lo moderno, utilizando materiales típicos de la zona que inspiren al ambiente mediterráneo en el que ese sitúa la vivienda. 

Al tratarse de una vivienda con fines turísticos y, aprovechando la cantidad de turismo extranjero que Almuñécar tiene en invierno, se planteó un diseño que permitiese tener espacios amplios y cómodos para poder realizar estancias en periodos más largos, ofreciendo así una cocina americana con salón comedor y cuarto de baño, en la primera planta y, dormitorio con terraza ,en la segunda planta. 

En relación a la decoración se utilizó un diseño minimalista incluyendo elementos con carácter como lámparas, pasamanos de cuerda y detalles en hierro negro.